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Cuentame escribió: ↑06 Mar 2021 14:02
Un circo vergonzoso mientras cada viernes sigue acercando asesinos etarras a Vascongadas algunos asesinos de socialistas y va a pasar las competencias de las cárceles vascas al gobierno vasco.
Pero antes del circo actual al que te refieres...en España ha habido más circos, y de cinco pistas...y seguro que tú y los de tu calaña estuvisteis callados como putas en Cuaresma...
El Gobierno de Aznar acercó a 135 presos de ETA antes del diálogo.
Recién estrenado en el poder, el PP se enfrentó al secuestro del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara por ETA (enero de 1996) y al asesinato de Miguel Ángel Blanco (julio de 1997).
El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, hablaba entonces de flexibilidad; y en los meses siguientes a la llegada al Gobierno del PP, con atentados de ETA, hubo acercamientos de presos al País Vasco. Con la tregua, esa medida favorable afectó a 135 reclusos.
El Gobierno popular decidió acercar a presos etarras a cárceles del País Vasco en pleno secuestro de Ortega Lara
Interior hizo un análisis individualizado de los 150 presos de ETA en segundo grado. La decisión del acercamiento de 32 de ellos se produjo durante la tercera semana de junio de 1996, en la que ETA dictó una tregua de siete días. Aznar rechazó la relación entre ambos hechos: "El acercamiento que se ha producido nada tiene que ver con la tregua de ETA. Era una decisión tomada con anterioridad por el Ejecutivo".
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"La Guardia Civil no se opone a un final dialogado". El director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivieso, declaraba por aquellos días que el Cuerpo de Seguridad que dirigía no se oponía al diálogo con ETA. "No sé si en la Guardia Civil hay gente que se opone a un final dialogado, pero la Guardia Civil no se opone a nada". Según declaró entonces López Valdivielso, al terrorismo "hay que combatirlo, neutralizarlo y aniquilarlo, pero hay distintas salidas, distintas políticas a aplicar para llegar a ese mismo resultado".
- Traslado de reclusos de ETA. En febrero de 1997, el Ministerio del Interior decidió el traslado a la prisión de Nanclares de Oca (Álava) y Burgos de cinco reclusos de la organización terrorista ETA, debido "exclusivamente a la evolución positiva" que se aprecia en su actitud. Según Interior, no se trataba de un plan global, sino basado en "el principio de la individualización". Dos meses después, el PP se reunía con el resto de partidos en torno al Pacto de Ajuria Enea y reafirmaba la posibilidad de abrir un diálogo con ETA si dejaba las armas.
Un día después, la banda contestaba asesinando a un inspector de policía en Bilbao de un tiro en la cabeza.
En julio de 1997, ETA secuestró al concejal del PP Miguel Ángel Blanco y amenazó con matarlo, cosa que hizo finalmente, si no se acercaba a los presos de la banda a las cárceles del País Vasco. El Gobierno no cedió.
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Secretario de Estado de Seguridad: "El proceso será largo. No podrá haber nunca ni vencedores ni vencidos". Esta frase la pronunció Ricardo Martí Fluxá el 27 de noviembre de 1997, casi un año antes de que ETA dejara de matar. Y añadió: "La palabra rendición total es profundamente ajena a lo que puede suponer la posición del Gobierno en torno a ETA".
- Aznar y el Movimiento de Liberación Nacional Vasco. Aznar apoyó los contactos con ETA a finales de 1998 después de que la banda dictara una tregua en septiembre de ese año (la tregua se rompió en noviembre de 1999). "Esta decisión obedece a la percepción de los cambios registrados en el entorno del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), que se han traducido en intentos de aproximación a los que el Gobierno quiere ahora responder", señaló.
Antes del contacto, el acercamiento de presos se hizo de forma casi masiva.
Hubo al final 135 etarras que dejaron la prisión en la que estaban y se acercaron a otras más próximas a Euskadi. Entre esos presos estaban algunos de los más sanguinarios, como Domingo Troitiño, autor de la matanza de Hipercor. El PSOE, en la oposición, apoyó el acercamiento de presos. Todas las fuerzas parlamentarias también respaldaron la medida, que tuvo como precedente una resolución aprobada por unanimidad en el Congreso.
Excarcelaciones de etarras entre 1996 y 2004, durante los gobiernos del PP
Un total de 64 presos de ETA, cuyas 'condenas acumuladas' suponían 30 años (56 casos), 25 años (6 casos) y 20 años de prisión (2 casos), que alcanzaron al libertad antes de cumplir estas condenas mientras gobernaba el Partido Popular y ocupaban el Ministerio del Interior sucesivamente, Jaime Mayor Oreja, Mariano Rajoy y Ángel Acebes.
Las penas que les fueron impuestas a estos terroristas van desde los 327 a los 30 años de prisión, en el caso de aquellos a los que la acumulación les supuso una condena a 30 años de cárcel; de los 114 a los 32 años, para los que la acumulación fue de 25 años; y de 37 a 31 años, para los que la acumulación les redujo la condena a 20 años de cárcel.
A éstos, hay que sumar dos centenares largos de etarras con condenas menores, que también alcanzaron la libertad antes del cumplimiento íntegro de las penas, en aplicación de los beneficios recogidos en las leyes.
Algunos casos significativos
El etarra Enrique Letona Viteri fue condenado por cinco atentados, que totalizaron nueve asesinatos. En el primer atentado, causó la muerte a dos guardias civiles, así como lesiones a un tercero. En el segundo, asesinó a dos inspectores de policía y a la mujer que les acompañaba en un restaurante. Posteriormente asesinó a un supuesto confidente policial. Su siguiente acción terrorista consistió en el asesinato de un teniente de la Policía Nacional y la esposa de un cabo del mismo cuerpo que se encontraba embarazada, causando también la muerte del feto.
Este terrorista fue condenado a 311 años de prisión, que por efecto de la acumulación de penas se redujeron a 30 años, de los que cumplió efectivamente menos de 16.
Juan José Larrinaga Echevarría fue condenado a 221 años de cárcel por la comisión de cinco atentados en los que asesinó a otras tantas personas, así como varios atentados más en los que las víctimas salvaron sus vidas al lograr huir de los terroristas. La acumulación de penas le supuso una condena a 30 años de prisión de los que efectivamente cumplió veinte.
Reincidente
Un caso especialmente significativo, es el del etarra Iñaki Bilbao, el cual fue condenado a 52 años de prisión, reducidos a 30 por efecto de la acumulación de penas, y de los que efectivamente cumplió tan solo 17. Tras salir de la cárcel el 28 de septiembre de 2000, antes de que trascurrieran dos años de su puesta en libertad, el 21 de marzo de 2002 asesinaba al concejal socialista de la localidad de Orio, Juan Priede Pérez. Por este último asesinato ha sido condenado a 52 años de cárcel.
Como verás...cuando se escupe hacia arriba, corres el riesgo de que te caiga el escupitajo encima.