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jordi escribió: ↑24 Ene 2021 19:07
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Asturkick escribió: ↑24 Ene 2021 17:17
Ya. Es mucho más coherente lo que dice cualquier político español. En especial, el independentismo y
la extrema izquierda herederas del franquismo.
Sí, sí, muy "coherente"........
Pobre diablo. Vives totalmente engañado. La Ley del Péndulo es la ley por la que se rige todo idiota. Cuando algo está en un lugar, si a una persona no le gusta, piensa que la solución es irse al extremo opuesto. Es lo que a muchos os pasa con España. Unos rechazan su propia existencia, y otros viven en una ilusión de lo que creen que son. Vamos, que el pueblo español vive engañado.
Los países que no rechazan su nación es porque nunca han tenido una forma de estado político totalitaria. El rechazo a la identidad nacional no es una cuestión ideológica, sino una reacción a los totalitarismos. Los países en los que en su seno ha florecido el nacionalismo y ha cristalizado en un totalitarismo como forma de estado, una autocracia, han creado un discurso que subjetiviza a la nación. O sea, la identidad de la nación pasa por el estado. Deja de tener una existencia objetiva propia ontológica. Pasa por algo que decide el gobernante. Los nacionalistas siempre tergiversan la historia en su propio beneficio, como sucede en Cataluña. También lo hicieron los nazis. Lo hizo Franco y también Mussolini. Creen que pueden construir una nación desde la voluntad. De ahí el discurso del “Triunfo de la Voluntad” de Leni Riefenstahl (dirigente nacionalsocialista alemana). El triunfo de la voluntad es creer que desde el estado se puede dictar cómo es la nación. Cuando es al revés. La nación es anterior al estado. El estado nace para darle personalidad jurídica a la nación. La nación es definible en su concepto y extensión, pero no en sus límites. La nación no puede pedir un préstamo ni endeudarse. No puede hacer un pleito contra alguien. Para eso existe el estado.
Aquellos que han desenterrado a Franco, son aquellos que viven de su legado. Y que, para ello, tienen que rechazar la imagen del franquismo, para poder continuar perpetuamente con la arquitectura institucional del mismo. Esto lo hizo también Jrushchov, cuando 8 años más tarde tiene que sacar del mausoleo de Lenin a Iósif Stalin. Esto lo hacen los alemanes cuando perdieron la II GM y tuvieron que dar de lado la identidad nacional. Y, en vez de hablar de “nación alemana”, se hablaba de “constitución”.
Alemania sí que necesitó del nacionalismo para unir lo que no había sido nunca una nación, pero que sí compartían la misma lengua. Todo el materialismo comunista de Marx y Engels determina que eso no es suficiente para conformar una nación.
La que establece las bases del mal llamado “derecho a decidir” (derecho de autodeterminación de las naciones), y excluye a las naciones como España, que configuran su unidad territorial antes del estado, es la Internacional Comunista.
Todos los que hoy en día rechazan los signos de identidad nacional en España son herederos directos del franquismo, del nazismo, del fascismo… del totalitarismo, en definitiva. Porque asumen un discurso subjetivista de la nación, rechazándolo. En España, rechazan el discurso de Franco. Pero para rechazar este discurso, si no lo haces desde una perspectiva objetiva, ontológica, caes también en una perspectiva subjetiva. Y esto produce una confusión brutal, donde el pueblo español ya no sabe lo que es.
Hoy en día, si dices que te sientes español, como eso lo decían los franquistas, eres un facha. Entonces, asumes un discurso igual de totalitario e igual de falso que el que hacían los franquistas, diciendo que eres “catalán”, “vasco”, etc. Eso es la voluntad de la creación de la nación. Creer que a través de la voluntad se puede modificar o crear la nación, que ya tiene preexistencia. Eso lo inventa el fascismo y el totalitarismo. Por eso digo que los indepes y los rojos son lo más neofranquista que puede haber.