Woody Allen en estado de gracia ,se podría decir de esta su última película
recién estrenada . A los que somos fans de Woody ,nos gusta casi siempre
pero de un modo especial cuando es él mismo y en este sentido aquí volvemos
a encontrar su veta cómica judía que entra como un consuelo de urgencia o un
mecanismo de defensa ante los problemas que se les acumulan a los protagonistas .
Uno de los valores de esta película es la fotografía del italiano Vittorio Storaro que
nos da unas panorámicas de N York absolutamente preciosas .
Todo está ambientado en los años 30 , en el Hollywood frívolo permanentemente en escena y con aquel toque chic tan peculiar .
En conjunto la película es divertida y desata algo que ya no se estila en gran pantalla, la ternura y una reflexión sobre el tener y el desear
Hay un hilo para colgar estas cosas, cierro éste y le paso el post a dicho hilo.